¿CREÉ OBIANG QUE ENGAÑA A ALGUIEN?
Indultar para insultar
Malabo Análisis • 04-08-2003
Obiang, aprovechando la nefasta efémerides de su golpe de odio y crimen ha procedido a un indulto que necesitaban los injustamente detenidos, los salvajamente tratados, los inmerecidamente condenados. ¿Creé Obiang que con el idulto repara tanto dolor innecesario?. ¿De verdad Obiang creé que con el indulto repara sus felonías criminales?. Puede que lo crean él, sus compinches y sus asesores aúlicos pero es un grave error.
La nación se hubiera ahorrado el aquelarre del indulto simplemente evitando deteciones y torturas innecesarias. La nación entera percibe la medida de gracia como un insulto más, como un insulto más a la inteligencia colectiva de todo un pueblo. No basta con ponerles en libertad, es necesario indemnizarles y es necesario que el causante de tanto dolor inecesario, Obiang, explique su conducta ante un tribunal.
¿Quién restituye la salud quebrada de los 18 indultados?. ¿Creé Obiang que con su gracioso indulto repara el daño infringido a sus inocentes víctimas?. Se equivoca Obiang. A Obiang le gusta jugar a los dados con la vida y muerte de todo un pueblo.
General, perdón, "generalín" (hiena con galones), conteste, ¿le suena, le recuerda algo el nombre de Felipe Ondó?, ¿qué pasa con el resto de presos políticos?. Su indulto suena a "insulta que algo queda". Usted no perdona a unos presos injustamente indultados porque fueron injustamente detenidos, usted les avisa, con su torticero indulto, que su vida está de nuevo en peligro. Sabemos muy bien, generalín, hiena con galones, cual es su juego.
Generalín, escuche, no basta con indultar, es preciso no detener, no torturar, no privar de libertad injustamente a nadie, no perseguir, ni condenar, ni enviar al exilio, ni canibalizar a las víctimas, ni abusar sexualmente de mujeres y niñas, ni saquear... no, no basta con indultar. Obiang y sus compinches tendrán que responder de sus actos antes los jueces. No, no basta con indultar.
Cuando Obiang indulta lo hace para insultar, no es un acto de generosidad, es un nuevo acto de soberbia. No es un acto de gracia, es un nuevo aviso de que nuestra vida peligra. Quienes le ríen la gracia, diplomáticos, periodistas, hombres de negocio se ríen de sus víctimas y esparcen su malicia sobre el dolor de todo un pueblo.
No habrá dados para Obiang, nadie jugará a los dados con la vida y la muerte de Obiang... habrá justicia, la justicia que reclaman sus víctimas.
Puede que Obiang y sus compinches estén contemplando huir de la acción de la justicia, a lo Taylor, protegido por el esquivo juego de la diplomacia. Veremos dónde y cómo acaba sus días el Sr. Taylor a pesar de los buenos oficios del Consejo de Seguridad para garantizarle un exilio dorado. Los esquivos juegos de la diplomacia antaño lo podían todo pero nada es igual y son otros tiempos, el Tribunal Especial para los crímenes de Sierra Leona, así como sus víctimas, lo tienen en su punto de mira.
Haría bien Obiang en recordar que es mortal, muy débil, despreciable y que el pueblo guineoecuatoriano al completo echa esas cuentas. -------------------- Texto. Malabo Análisis